de El retorno de Parvati En el cuadro de Schiele
de El retorno de Parvati En el cuadro de Schiele te presiento aunque insistas sacrificar húmeda atrás ha quedado la flor delatas la espesura de tus suaves quejidos en la ocredad en tus mejillas estando prestos a romper la orquídea parvati-dannae- tus nombres abstracción obsesiva- llamarte en lo patológico Observa como se abre la noche Los poros en sinfonía perversa bajo el Nilobiobiomapocho las floresrosasorquídeas se llenan de infieles de cuerpos deslizándose entre aguadas y acuarelas Ahora limito tu cuerpo a las sombras inertes de Klimt Parece que la realidad fagocitara impunemente la paz te veo soledad a pedazos imposibilidad hecha carnejirones. A una amiga que supo reconocer los perdigueros tras mis pies. Estar en la orilla del mar, estar a punto de tocar las olas, perder las perspectivas y ser anclados arbotantes a un punto de la arena. Luego mirarnos desplazados. Me desvío en busca de las serpientes del tiempo en los azulejos. Ver deslizar tus cabellos largos que alguna mañana fueron deliciosas fotografías nocturnas de las ramas de tu cabeza. Esta lejanía no está para que despertemos exhaustos, con nuestro cabellos revueltos de una noche de sudores y entrepiernas. Desplazarse así es lo que me recuerda que no puedo más que quitar tus vestigios, romper la botella y quemar el mensaje. Existe una sola cosa que nos hace estar despiertos Estar un poco libres en una pesadilla dentro de un sueño, porque los seres como nosotros, hermosos y enfermos no sienten el temor de clavar sus ojos en el espejo de la belleza, de estar cerca de los cuerpos regados por esa tenue luz de las noches Existe un espacio en que sólo la ternura de no romper la magia del silencio puede convertirnos en esta pequeña isla Es en esa isla y en esa noche apenas existente cuando las caricias imperceptibles nos devuelven el placer ... centímetro a centímetro Nos advertimos el uno al otro en la más absoluta indefensión Anclados a las ganas de no poder sabernos por completo, de no poder acercarnos lo suficiente y tan inmensos nos sentimos que lo único que puede abarcarnos son historias arquetípicas de amantes y meretrices Que tal vez seamos Si todo fuese así, sería muy sencillo tocarnos mudos exánimes Esperándonos en cada rincón de nuestras soledades. Suponiéndonos a cada instante. Adivinando cada espacio que se abre en nuestro torrente. Pero ya sabemos que no es así. O tú crees que es distinto, que todo lo que yo emplazo bajo tus pies son cadenas o son alas. No hay extremos ni puntos medios. Es imposible que sepamos esto. A pesar de comprender el sabor de los sudores e interpretar cada latido. Estamos en la nada o mejor dicho yo concibo mi nada y me aferro a ella para no desaparecer entre el fuego. Entre el estar regado por una luna que apenas empieza a salir, cuando todos mis sentidos se dislocan irremediablemente, pienso que soy horrible y tú lo eres más aún. Y todo guarda su proporción y nos odiamos infinitamente. El sueño de Shiva SOBRE EL RESPLANDOR ESTABA LA SILUETA SU LA SILUETA SU LA RAZÓN LA ESPALDA SU LA SILUETA SU LA SILUETA DE LA FRENTE SIGUIERON LA OREJA Y